martes, 3 de mayo de 2011

EL SERAFO DEL PLATA - Santiago Ocampos

Tengo 29 años. Vivo en  Bs. As. Soy de aries. Nací en Neuquén pero soy de Cipolletti por adopción.
Serafo viene del Serafín que es un ángel y  la palabra ángel significa mensajero. Por ende significaría mensajero del plata, por la función literaria y periodística que cumple el blog. Mensajero del plata es poco original.  
La soledad que siento es la del escritor, que es aquella que justamente se expresa cuando nos sentamos a escribir, allí de alguna forma estamos solos con nuestra propia vida, con los recuerdos, con la materia a escribir desnuda, sin forma, con el cansancio a cuestas; allí con las palabras en la mano estamos solos, infinitamente solos, la obra depende de nosotros únicamente, sin nosotros no hay obra, no hay nada. El mayor miedo de un escritor es enfrentarse a una hoja en blanco. Pero siempre hay algo que decir, algo que expresar, algo que volcar, de adentro, el hombre es hermosamente complejo. Pero en la vida me siento muy bien acompañado, creo que es hermoso el abrazo que no se pide, se da sin más. Soy extremadamente sensible y joven todavía para ser escritor, la edad crítica de un escritor son los 40 años.
Me dedico al periodismo y a la literatura. Siento que no podría ni sabría hacer otra cosa más que ser un escritor, un comunicador, es mi vocación y por la que trabajo todos los días y estudio mucho para poder mejorar. La base del estudio es fundamental, la lectura diaria es fundamental, si alguien quiere escribir lo mejor que puede hacer es leer mucho. Es inigualable, cuando leemos, sentir como la palabra significa o nos significa algo, uno aprende a tener criterio y a encontrar más opciones para expresar lo que pensamos. Me inspiran las personas que cantan a la vida, que nos hacen salir del ahogo de la existencia, que nos hacen pensar que podemos vivir una vida mejor, que nos vuelven humanos y nos hacen usar la cabeza. Me gusta mucho lo que hago, desearía poder tener mejores oportunidades de trabajo, sentirme más valorado. Buenos Aires es una ciudad muy difícil.
Abrí un blog para hacer conocer mis trabajos literarios y periodísticos y para abrir una ventana de búsqueda de trabajo, para que me vean y puedan conocerme. Fue una idea mía, pero nació más como una necesidad de buscar trabajo que como un deseo de publicar. El año pasado abrí el blog y siento en cada entrada lo mismo que sentía Borges cuando publicaba algo, la sensación de sacarme un peso de encima.
Mi sueño es poder vivir de lo que hago, de lo que amo, levantarme cada mañana con la tarea de emprender un trabajo arduo, difícil, que me exija intelectualmente, que me permita acostarme a la noche y decir hoy lo intenté, mañana lo intentaré. Intentar cambiar este mundo, hacer pensar, hacer que la gente sea solidaria; no tener miedo a la violencia sino a presentarme en público para leer poesía. Me gusta mucho escribir, hacer periodismo y ejercer la docencia.
Del mundo me gustaría que se recuperara lo que decía Sábato, es decir, recuperar el valor sagrado de las pequeñas cosas, de la amistad, del abrazo, de la conversación. Vivimos una sociedad donde imperan los ruidos, los sonidos desarticulados,  donde nadie escucha, donde nadie se detiene a explicar al otro lo que pasa, cada uno vive en un mundo paralelo, reina el individualismo. Nadie escucha al que necesita ayuda.
Lo que más amo, sería un poco pretencioso responder eso, un poco egocéntrico. Odiar, a veces pierdo la paciencia, soy ansioso, pero eso no sería odio sino reconocer aquellas cosas en las que debo superarme, debo aprender a corregirlas y tener la capacidad para lograr una buena autocrítica.
Sí, escribir, amar, ayudar a los demás, correr en busca de un abrazo, manías para mí son las cosas lindas que nos mantienen vivos y de las que no nos arrepentimos, mejor no corregirlas.
De nuevo, defecto, creo que la contesté más arriba.
Me gustaría tener hijos, eso sería algo muy lindo para mí, me llenaría el corazón y tendría a quien leerles un cuento, lo cual me haría muy feliz. Respecto a lo profesional, me gustaría vivir de lo que escribo, ser un periodista agudo, atento, que no se traicione a sí mismo.
Un sentimiento, el amor, el amor es mi vocación por escribir, por superarme, por ser mejor persona, para ayudar al que lo necesita, para prestarle mi oído a un amigo cuando se siente mal, amor para comprender y entender a los demás, ponerme en el lugar del otro, darles oportunidades que no tuve a personas que las necesitan. En fin el amor es el sentimiento que me hace hombre y me permite reconocer mis límites.
Podría decir muchas cosas, pero la principal es que lean mucho, que se expresen, que no se guarden las cosas, que no nieguen un abrazo, que no dejen pasar la oportunidad de hacer algo solidario, de aprender cosas nuevas, y sobre todo que no se dejen llevar por las opiniones, que busquen más profundamente, que indaguen permanente, que no se conformen con lo que saben hoy, que no se traicionen a sí mismos.
En realidad, me sorprendió la cantidad de personas que han adherido al blog, respuestas maravillosas de los lectores, jamás me imaginé comunicarme así con los lectores, tener ese feedback, ese ida y vuelta constante, aprendo mucho de ellos porque me enseñan a ser mejor escritor, a darme cuenta de los errores y a construir significados impensados, es hermoso saber que esa persona invisible que es el lector de pronto es alguien de carne y hueso.
Sería muy injusto que dijera un blog que recomendaría, en mi blog hay un lista de mis horas de navegación, de blogs que a mí me gustan, a mí en particular me gustan aquellos de literatura, de arte, y de escritores jóvenes con mucho hambre literario, con un poetizar muy noble y  muy bien llevado. Podría nombrarte a promesas como Natalia Litvinova, Matías Stiep, Alex Benavidez, Mohamed Bouzitoune, Pablo Mariosa, Sandra Ávila, entre otros, por nombrarte escritores de distintos puntos del planeta, escritores jóvenes con mucho talento y seguramente estoy siendo muy injusto con muchos que no nombro.
Por lo general me gusta dejar comentarios cuando quiero esbozar una palabra de aliento, una palabra que inspire y empuje al escritor a seguir haciéndolo, quiero motivarlo, quiero que muestre su hambre literario, su furia poética, su deseo de que si no escribe no puede vivir. Hacer poesía es semejante a hacer el amor. Un buen escritor es aquel que enamora las palabras y las lleva a su lecho.
Un mensaje a los bloggeros, que se tomen tiempo para publicar, que a veces por apurarse a publicar, por tener a mano la posibilidad de hacerlo no pulen los textos, entonces aparecen errores o parece que tuvieran poco trabajo, seguramente que  si se tomaran el tiempo necesario de lectura y relectura lograrían mejores producciones literarias y serían más reconocidos por el público lector, les dejarían más comentarios sin dudas.
MI BLOG: http://elserafodelplata.blogspot.com/


1 comentario:

  1. Gracias Muchita, por seguir en estas presentaciones tan valiosas.

    Te dejo un fuerte abrazo y mi agradecimiento.

    Hasta pronto amiga.

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